martes, 21 de julio de 2015

REVOLUCIÓN CUBANA...

Lo Bueno, Lo Malo y Lo Feo

Por: Jorge Mier Hoffman


Escribo estas líneas en remembranza a la memoria de mi padre, Enrique Mier, nativo de Guanabacoa, quién abandonó la Habana en la década de los 40 con destino a Venezuela, como un exiliado del gobierno de Fulgencio Batista, lacayo del imperio Estadounidense, que llevó al digno pueblo de Cuba a la peor de las desgracias sociales… A mi tío Tito Mier que llegó a Miami luego de un calvario de trámites realizados por mi padre en la década de los 80; y finalmente a mi tía Ángela Mier, que nunca ha abandonado la isla.

En fin, tengo la vivencia de tres escenarios familiares: antes, durante y después de la revolución cubana, como un proceso de transformación social que es visto con admiración, indiferencia y animosidad

LO BUENO: el rescate de un pueblo que mayoritariamente estaba sumiso ante la indiferencia de gobiernos que habían vendido el alma del pueblo cubano a los amos de Washington… Para nadie es un secreto, que Cuba era conocida en el mundo por el vicio, el ocio y la vida fácil… El ron, los habanos y los clubes nocturnos, habían hecho de la isla de Cuba el BURDEL del Caribe… Recordemos EL SILENCIO, zona de roja de la Capital, cuyos antros de perversión no se mencionaban en la sociedad caraqueña, de allí el nombre “Silencio”, dada la fama por las bellas mujeres cubanas que se estrenaban cada noche en los cabaret… Nadie puede negarle a la revolución cubana el esquema de oportunidades que podemos ver como logros indiscutibles en la educación, el deporte y la salud… Pero sobre todo, es innegable la gallardía del pueblo cubano, que ha resistido con paciencia, sacrificio y dignidad, la arremetida de un imperio estadounidense, que nunca ha cesado en su ambición de volver al pasado, cuando Cuba era el Paraíso de las mafias, la prostitución y las drogas… Prueba de ello lo vemos en las imágenes de CNN que nos muestran las tres caras de la enfermedad de Fidel Castro: a la comunidad maiamera celebrando en las calles, en contraste al pueblo de Cuba que reza por la salud de su líder, y a una oposición política en Venezuela, que vaticina enterrar a Chávez con la muerte de Fidel.

LO MALO: una revolución que no confió en sus propios logros e ideología, y convirtió a la isla en una prisión de la cual sólo se podía salir fugándose hacia alta mar, donde muchos prefirieron morir en las fauces de los tiburones, antes que presos de un sistema que no permite la disidencia… una revolución que sesgó el conocimiento y la intelectualidad de un mundo interconectado por el Internet, los satélites y las telecomunicaciones, ante el temor de que el canto de sirena del “consumismo” fuese a hipnotizar a una juventud adoctrinada para el socialismo… una revolución que sacrificó a una generación de millones de personas, en aras de un sistema político liderizado por un solo hombre.

LO FEO: un Fidel Castro que debió retirarse del escenario combativo de la diatriba y la controversia política y gubernamental, para ocupar el escenario ideológico y de la reflexión que le corresponde al “reposo del guerrero”; y de esta forma dar paso a las generaciones de relevo formados en el proceso revolucionario… Es la única manera de garantizar la continuidad, mejoramiento y perfeccionamiento de una revolución que por justicia se debe el pueblo cubano, que tantos sacrificios ha soportado por casi cincuenta años… Delegar sus funciones políticas en su hermano Raúl Castro con 75 años de edad, es la terquedad de Fidel de no creer en esos líderes que él mismo ha formado, y es subestimar al Arcano del Tiempo, que con su péndulo implacable, nos señalará inevitablemente el momento de la partida.

No es justo, que la revolución cubana con todos sus logros y de justicia social, luego de 47 años, desde que Fidel Castro expulsó al imperialismo el 1° de enero de 1959, amenace con perderse con la vida de su máximo líder

Fidel Castro representa para el mundo imperialista la continuidad de la revolución, y su ausencia es justificación más que suficiente para promover una invasión, que le garantizaría a George W. Bush los votos suficientes para lograr una mayoría de votos en el Congreso, cuando las encuestas le anuncia un descalabro electoral… Recordemos, que el Estado de Florida lo salvó de una derrota, cuando su hermano manejó los resultados del Tribunal Electoral.

Es la vivencia que debe aprender la Revolución Bolivariana, en cuanto a sustentar su transformación social bajo el principio inexorable del tiempo; es decir: en la inmortalidad de una ideología y no en la figura de un líder que siempre tendrá sus días contados

Como consecuentes bolivariano con las enseñanzas de nuestro Libertador, debemos recodar sus sabias palabras:

“Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, este Estado no deberá subsistir, y al fin no existiría”
Simón Bolívar

Por: Jorge Mier Hoffman



Un Comentario:

Por: Vulcano

Probablemente este excelente aporte tendra detractores pero es pleno de sentido y claridad.

Si no aprendemos de nuestros propios pasos, tendremos que sufrir dolorosas experiencias bajo algun yugo imperial. En todo caso Honor y Gloria al Comandante, ademas de eterno agradecimiento por su ejemplo de constancia y valentia. Lo que es seguro es que ese pueblo no se dejara avasallar, sobre lo demas no me atrevo a especular.

Nuestro Presidente sabe que aun es temprano para delegar deciciones vitales, aun no estan los que son y muchos de los que estan no son, pero tambien tiene claro que en algun momento cargara con su hamaca debajo del brazo con la tranquilidad de haber dejado un camino abierto y ancho hacia nuestro futuro, pero eso depende de todos nosotros, de todos los que apostamos a la dignidad.
Por: Vulcano

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